Prólogo a poemasestatosfera, Poemas estratosféricos

Suerte de falso prólogo publicado en revista Pró-Logo #1, 2015

Traducir siempre ha sido una de las labores más complejas de la actividad humana. Ahora, tras el descubrimiento de una cultura que el habla popular denomina “extraterrestre”, pero la ciencia ha designado como “homo auterum”, y los filósofos como “post-humanos”, el traducir implica un conocimiento antropológico, literario, cultural y existencial como nunca antes lo ha tenido. ¿Se habrán sentido así los Cronistas de Indias cuando llegaron a tierras bushianas?

Poemas estratosféricos (poemasestratosfera) es la primera obra ¿literaria? de esta cultura que se traduce al español. Su primera traducción se realizó hace dos años a la lengua dominante, el mandarín, y posteriormente a la lengua de nuestros líderes, el vasco. Ahora, gracias al apoyo del Instituto Isabel Allende de Lengua Española, y al Departamento de Estudios Post-Humanos de la Universidad Cienciológica Andrés Bello,  traemos esta traducción que, como toda traducción, puede ser mejorada con el tiempo. Así, en el poema “Rodilla”, encontramos que el verso “y descansará en marzo por el bien”, para ser fiel al texto original pudo tener otra sintaxis: “el bien al descanso en marzo”.

Asimismo, el título del ¿poemario? merece una explicación. En la edición al mandarín, el libro fue titulado “Poesías del amanecer”, mientras que en la edición vasca “Poemas bajo el peso de la atmósfera”. Para no alejarnos del sentido que tuvo el libro, creemos que seguir la propuesta del filólogo putineano Roman Mijail Lotman es la decisión adecuada. Lotman afirma que para esta cultura, la estratosfera equivale a nuestra noción de “estratósfera”, sólo que va más allá de lo eminentemente meteorológico. Para ellos, la idea de planeta equivalió a la idea de cárcel durante varias décadas cuando el “emperador”[1] prohibió que los habitantes pudieran viajar a otros territorios espaciales. Por tanto, la “estratósfera” se convirtió en esa barrera que impedía el acceso a otras culturas, a la vez que se volvió un “peso” sobre la existencia individual debido a que frenaba el desarrollo normal que tuvieron otros seres en el pasado.

 

El autor

Como bien ha señalado la crítica (Von Messel, Sandoval, Scardanelli), en esta cultura no existe la idea de “autor”. Esto se debe a que todo texto literario es producido en una institución dedicada exclusivamente a la “creación inútil”. Sin embargo, con respecto a esta obra, la noción de “autor” ha empezado a interesarle a los habitantes. Durante el “Imperio”, este “poemario” surgió como un fuerte rechazo a las políticas opresivas y sirvió como bandera para motivar una lucha hacia el régimen. Debido a este texto, el equivalente a una “policía” de investigaciones tomó el “Instituto de Creación Inútil” y “desapareció” al comité de “creación textual”. Nunca sabremos cuál de esos siete trabajadores escribió este texto, o si fue algo colectivo. Tras la caída del Imperio, un grupo de “legisladores” propuso crear un monumento en memoria de estos “héroes literarios”.

La obra

El libro está organizado en dos secciones. La primera, titulada “El recuerdo”, contiene ocho poemas que giran en torno a la idea de un mundo que se ha perdido y del cual sólo queda el “peso” del recuerdo. Así, en el segundo poema, la voz lírica afirma “cuando regresé a casa / tras la jornada desolada / miré las imágenes de mi abuelo / el viaje hacia el ínfimo paisaje helado / al que nunca me pudo llevar”. Existe, pues, cierta nostalgia hacia una promesa de la infancia que no obtiene resultado con el tiempo. Como indica Lotman, “era común en esta cultura el viaje hacia sitios conocidos por nosotros como Urano y Neptuno puesto que el clima y la vista eran atractivos debido a la ausencia de los mismos en sus propias tierras”.

La segunda parte, titulada “La promesa”, tiene un carácter más hermético y, por tanto, compleja de traducir. Según algunos especialistas, el hermetismo de estos poemas permitió que la “censura” lo ignorase en un primer instante, y funcionó como mecanismo para enviar un mensaje “político”. Compuesta por siete poemas, quizá el que más ha trascendido es “Salida”, un poema largo en el que distintos hablantes líricos superponen sus voces hasta ser una sola, la de los versos finales, que dice: “Acá nos quedamos. / Sí, acá nos quedamos. / Ustedes, no”. Por supuesto, en la traducción no se puede apreciar el ritmo que tienen estos versos el cual recuerda a la musicalidad del antiguo “himno oficial” de este planeta antes del Imperio.

Esperamos que este libro abra y profundice los estudios sobre la “literatura homo-alterum”, así como sea una invitación al lector a acercarse al contexto y pensamiento de un mundo que, cada vez, se acerca más al nuestro.

 

[1] Cabe destacar que términos como “emperador”, “dictadura”, “gobierno”, “imperio”, e incluso la propia noción de “literatura” o “poesía” son maneras que tenemos de acercarnos a ciertos conceptos que no tienen una traducción directa en nuestra lengua. Quizá, con el tiempo, debamos abrir nuestro lenguaje a varios neologismos.