Transformación feminista: la evolución de la imagen de la mujer en las películas de Disney

Entrevista en El Mostrador a propósito de mi curso “Disney como nunca lo viste. Influencias literarias y efectos ideológicos en el cine animado”.

“En las últimas décadas, las películas de Disney han evidenciado una evolución en la representación de la mujer, considerando contextos sociales cambiantes y adoptando una perspectiva más consciente. Desde los clásicos animados hasta las producciones más recientes, la imagen de la mujer ha logrado dejar atrás estereotipos obsoletos para abrazar una narrativa más inclusiva y empoderada.

El académico en literatura latinoamericana y animación cinematográfica, Alejandro Martínez, compartió con El Mostrador Braga su análisis sobre este fenómeno, delineando tres etapas cruciales.

Vulnerabilidad y sumisión

En las décadas de 1920 y 1930, presenciaron la llegada de los primeros cortometrajes y películas animadas. Blancanieves, la primera princesa de Disney, representaba la vulnerabilidad, una mujer protegida por siete enanitos y rescatada por el beso del príncipe.

Martínez señala: “En esa escena tan icónica ahora vemos un beso como no consentido, donde el príncipe se aprovechó de Blancanieves estando inconsciente”.

En el artículo “¿Se ha vuelto Disney feminista? Un nuevo modelo de princesas empoderadas”, Blancanieves, Cenicienta y Aurora son descritas como personajes que refuerzan “un modelo de mujer ligado a la construcción social de identidades sexualizadas basadas en una clara relación de opresión”. Se destaca un patrón de belleza idealizada (mujeres blancas, delgadas y delicadas) y una dependencia de la protección masculina.

Empoderamiento relativo

Una segunda etapa se presenta en los años noventa. Aparecen mujeres algo más deconstruidas en películas como La Sirenita, Pocahontas, La Bella y la Bestia, Aladdín y Mulán. Estos personajes reflejan mayor independencia, aunque aún influidos por una relación con personajes masculinos.l

“Mulán es valiente, casi tan fuerte como un hombre y Bella es una joven intelectual pero que se hace cargo de una masculinidad hipertóxica”, describió el experto. Además explicó cómo a pesar de mostrar mujeres más alejadas de la dependencia y sumisión, la retórica del amor y el final feliz continúa.

Una nueva era de princesas

Finalmente, la transformación se intensifica con producciones más recientes como Moana, Raya y el último dragón, Enredados, Frozen y Valiente. Las protagonistas lideran sus historias desafiando estereotipos culturales, demostrando que el poder femenino es diverso y multifacético.

Disney también se abre a explorar relaciones familiares y amistades femeninas más significativas, como la relación madre e hija en Valiente o las hermanas en Frozen, alejándose de la narrativa centrada únicamente en el romance entre hombre y mujer.

El documento publicado por la Universidad del País Vasco por la comunicadora audiovisual, Delicia Aguado y la filóloga, Patricia Martínez, subraya que estas nuevas mujeres “rompen totalmente con el modelo establecido”, empoderándose a través de la reivindicación, revalorización y visibilización de lo femenino.

Las autoras advierten sobre la importancia de no descuidar las expresiones de violencia simbólica en la educación y el entretenimiento infantil, ya que la desigualdad se normaliza desde la infancia.

Martínez por su parte, destacó el impacto del cine como una herramienta que, aunque no está pensada pedagógicamente, enseña comportamientos. “Hoy Disney reconoce las fallas históricas en la representación de la mujer e intenta compensarlo. En las últimas películas sí ha existido una suerte de ‘lavado de cara’ y reconocen que ahora deben representar más diversidad“, comentó”.